Cada vez son menos quienes deciden abandonar la leche de vaca por la
Leche de Almendra debido a los beneficios que nos brinda a largo plazo. Recientemente
se ha demostrado que la leche común puede causar inflamación y malestares,
originándose la famosa intolerancia a la lactosa.
Tomar leche de vaca a diario nos hace propensos a engordar debido a su
excesiva grasa. Tampoco es la fuente de calcio que nos prometieron desde niños
ya que investigaciones recientes dictan a que se nos reduce de nuestros huesos
poniéndonos en riesgo de fracturarnos. El verdadero calcio lo encuentras en la
col, las espinacas y el brócoli.
Con las nuevas técnicas de crianza artificial como el uso de
antibióticos, manipulación genética y hormonas de crecimientos en las vacas y
sus terneros, corremos el riesgo de sufrir diabetes, cáncer, tumores, leucemia,
enfermedades del corazón, acné, psoriasis, eccema, hongos, etc.
La leche de almendra ha resultado un excelente sustituto, además de
poseer un sabor ligero gracias al toque de la nuez. Es plenamente vegetal,
natural y consistente, sin aditivos o conservadores, rica en vitaminas A, D y
E, alto contenido de proteína, omega 6, zinc, calcio, hierro, magnesio y
potasio.
Entre que la leche de vaca contiene 140 calorías, la de almendra suele
rondar por debajo de las 60 calorías. Además de que es libre de colesterol, lactosa y de gluten. Por consiguiente fortalece al corazón y sirve
para el cuidado de la piel, cabello y las uñas por su abundante Vitamina B2
la cual se encarga de hidratarnos.
Asimismo ayuda a nuestra digestión por su alto contenido de fibra
soluble e insoluble. La pared de los intestinos y el colón son los grandes
beneficiadores. Cabe señalar que incrementa la quema de azucares,
nos ayuda a bajar de peso, previene el cáncer y retrasa el envejecimiento.
Algunas contradicciones giran en torno a la tiroides, por tratarse de
un alimento bociógeno (inhiben la correcta absorción orgánica del yodo) puede
dañarla si se consume en exceso. Esto incluye también la soya, la col, el lino
y el brócoli. Esta absolutamente
prohibida para los bebés y durante la infancia ya que causa desnutrición y
complicaciones de la salud. Esto último requiere de un estudio más especializado.
Si decides hacerla por tu cuenta, es fácil, sólo tiene que dejar
remojando la almendras por la noche, a la mañana siguiente se licuan con un
poco de agua. A través de una gasa viertes la mezcla y la exprimes con tus manos
en una jarra. Se puede agregar un endulzante natural como la miel o stevia, pero eso
ya sería opcional.
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