Si te encuentras en proceso
de tonificación, quizás deberías pensar seriamente antes de irte de parranda
con tus amigos o compañeros de trabajo. Al menos tengas una impresionante
fuerza de voluntad para decir NO a los tragos, aunque al final es inevitable no
dejarse llevar por la fiebre de la noche.
Además de ser un activador
de enfermedades, se ha comprobado que el exceso de bebidas alcohólicos retrasa
el metabolismo originándose así la acumulación indeseada de grasa. El alcohol
se simplifica en calorías, no hay fibra o nutriente alguno para la construcción
de la masa, sólo energía estancada debido a la dificultad que experimenta
nuestro organismo en procesarla.
Convertirlo en un modo de
vida trae consecuencias porque en vez de relajarnos nos hace propensos al envejecimiento prematuro por el constante golpe de cansancio y debilidad que
nos provoca. Tratar de ejercitar tras una noche de borrachera, es peligroso
porque el flujo de sangre en nuestros músculos se ha reducido, por ende la
cruda.
El alcohol reduce los
músculos por los trastornos de sueño, inhibe la descomposición y absorción de
nutrientes, la glucosa se altera, el sodio se excede y los huesos se
descalcifican. Esto podría llevarnos
a riesgos letales como la hiperlipidemia, hipoglucemia o cirrosis.
Bajo este conocimiento, es
necesario controlar la ingesta de alcohol especialmente si te encuentras
tratando de construir o mantener tu masa muscular. Tampoco se trata de cortarte
esta supuesta fuente de diversión social ya que la recomendación en el caso de
los hombres es la de tomar dos copas por día mientras en el caso de las
mujeres, se aconseja una.
En caso de no poder evitar
su moderación, es necesario mantenerse hidratado con agua y consumir muchos
refrigerios sanos. Esto nos ayudará a combatir la deshidratación
crónica, la degradación de los músculos, el trastorno del metabolismo y el
desgaste de la testosterona en conjunto con los espasmos, calambres o las
dolorosas articulaciones que solemos lidiar si nos pasamos de lo
recomendado.
Por otro lado se ha
escuchado el buen sustituto que se ha vuelto el vino tinto aunque la mayoría lo
suele percibir como una tendencia de la alta clase. En la actualidad
existe un amplio catálogo de marcas haciéndolo más accesible en precio para
cualquier persona. El bienestar radica en sus antioxidantes polifenoles, los
mismos encontrados en la piel de la uva y hasta en el chocolate oscuro. Estos
tienen la función de combatir los radicales libres que rondan libres en nuestro cuerpo.
Entonces, ahí lo saben, la relación entre el alcohol y los músculos es sinónima del agua con el aceite.
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