viernes, 22 de mayo de 2015

La Angustia de Comer de Más (¿A qué se debe y cómo controlarlo?)


El ejercitarnos constantemente puede provocarnos una feroz hambruna de la cual parece nunca tener llene, pero en otras ocasiones sólo se trata de un trastorno alimenticio generado por nuestra propia ansiedad, a su vez causante de la conducta obsesiva compulsiva. 

Cualquier problema que se tenga ya sea familiar, social, laboral, escolar o personal, y no se haya podido resolver, fácilmente podría ser la razón de nuestra adicción. Nada de justificantes como: “es parte de su naturaleza”, “por costumbre”, “un problema hormonal”, “no tiene fuerza de voluntad” y “comer mucho lo hace feliz”.

La cruda verdad es que es un sistema autodefensivo para darle la vuelta al problema. Es un círculo vicioso a consecuencia de nuestras emociones sin resolver. Así que mejor lo hacemos a través de nuestro estómago para sentirnos de algún modo satisfechos.

No obstante, lo que se tiende a comer usualmente radica en dulces, panes, nieve y comida chatarra. Esto a su vez genera más hambre y mediante la culpabilidad de habernos excedidos, volvemos a regresar a donde empezamos. Esto sumándose día a día, nos pone rumbo a la obesidad.

¡No todo está perdido! Existen varias maneras de controlar estas sensaciones y malos hábitos que amenazan con nuestra salud tanto física como mental. Requiere de paciencia y fuerza de voluntad porque para que haya un cambio, debes empezar creyendo en ti  aunque te tome algo de tiempo.

RECUERDA:
  • Más que nada, es psicológico y desde un principio sé positivo.
  • El cambio no debe de ser de golpe, con esto me refiero a la dieta y rutina.  
  • Reflexiona tu forma de comer.
  • Haz un registro de lo que comes, cuánto comes y qué sientes al comerlo.
  • Reconoce tus emociones antes de caer en la tentación.
  • La pérdida de peso nunca sucederá si estás bajo estrés.
  • Preocúpate por lo que realmente importa y tiene solución.
  • Siempre es bueno hablar con los demás sobre tus problemas.
  • En caso de necesitarlo, asesórate con un amigo, familiar o nutriólogo.
  • Tampoco te prives de todo lo que te gusta porque podría ser contraproducente.
  • El truco está en reducir las porciones.
  • Si estás en un régimen de dieta, date el permiso de hacer una excepción muy de vez en cuando.

Tantos hombres como mujeres padecen de este desorden alimenticio y de acorde a las encuestas, la razón principal gira entorno al ámbito laboral, ya que la urgencia de cumplir las cargas, nos desvía de la función vital de comer a nuestras horas o incluso de no hacerlo hasta la noche donde sobrecargamos el estómago con un posible exceso de grasas, azucares y carbohidratos. 

La clave está en reconocerlo y seguir los consejos mencionados, no comer fuera de nuestras horas, balancear nuestros platillos, reducir las porciones de las comidas prohibidas y satisfacer con el amplio repertorio de comida sana porque existen infinidades de combinaciones de las cuales no tenías la menor idea por haberte limitado a los bocadillos azucarados.

Esto también es una aventura y sólo se requiere tener iniciativa y fuerza para disfrutarlo. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario