No es un mito que marcar el abdomen suela ser un infierno y aún más
por depender de la alimentación. Lo más recomendable sería alejarnos de las
grasas generales, la sal de mesa y el azúcar. Parece complicado para algunos
mientras otros no batallan en lo absoluto por su genética o metabolismo veloz.
Está comprobado que los cuadros no son el resultado directo de una intensa
agenda diaria que incluya horas y horas de entrenamiento abdominal. Si eres de
los propensos a engordar o un vago en las dietas, me temo que nunca podrás
acercarte a esa genial tonificación. Entonces para ayudarte a ponerte en el
camino correcto, procura evitar lo siguiente:
Aderezos
Al igual que las salsas etiquetadas, se resumen en una especie espesa
de azúcar liquida. Al menos busques los de versión Light. El Ranch todavía es
saludable, en comparación con el César que contiene lo triple de grasa y azucares.
Se recomienda prepararlos de forma casera, por ejemplo: mezcla en un vasito
aceite de oliva, jugo de limón y mostaza, verás que bien sabe en tus ensaladas.
Comidas saladas
La sal es dañina en exceso por la retención de líquidos y por ende el
incremento acelerado del peso. Sólo aléjate del salero, nada de añadirle una
pizca a lo que ya contiene sodio “sal natural”, no botanas saladas, disminuye
los quesos, no cátsup, nada de sopas enlatadas, embutidos, palomitas y adiós a
la salsa de soya.
Dulces
Es difícil evitarlos más no imposible, sólo cuestión de sustituirlos
por frutas y verduras. Inclusive por algunos derivados de la Stevia. Es
importante comprender que por desintegrarse en azúcares simples, su absorción
causa que sigamos comiendo hasta poco a poco ir acumulando esa grasa de
más.
Fritos
Intenta cocinar el pollo, el pescado o el salmón a vapor ya que
recurrir al aceite genera un disparate de calorías y peor cuando los cubres de
harina. También puedes recurrir al horno o a la parrilla, verás que te sabrá
mucho mejor. Muy importante, resignarse a las papitas fritas, los cacahuates
japoneses y a la milanesa o pollo frito es un logro que merece aplaudirse.
Panes
Si te encuentras ante una panadería integral y una panadería comercial
que venda pan integral. Es preferible irse por la primera porque la segunda
probablemente te engañe. La mayoría de estas tiendas suelen usar la harina
blanca y sus vaciados exceden en azúcar para provocarte ese antojo. Tampoco ayuda untarle mantequilla o mayonesa
conforme esperamos. Mucho ojo.
Pasteles y helados
Cualquiera lo sabe, independientemente de su presentación, por más
mínima que la publicidad te lo diga, no debes excederte en este vicio adictivo.
De vez en cuando es saludable consentirse en las mañanas o todavía tardes. No
obstante, si eres de los que no pueden resistirse, entonces hazte la idea que
nunca lograrás forjar esos cuadros.
Comida chatarra
Sodas, papitas, tamarindo, hamburguesas, tortas, tacos, tés
comerciales, perros calientes y la lista continúa y continúa. Además de
descuadrarnos, nos afecta la salud a la larga. No lo sentirás todavía, pero
cerca de los cuarenta años de edad, el cuerpo empieza a cobrarte y me temo que
una vez enviado el cheque, no hay vuelta atrás.
Entonces, si deseas conseguir ese abdomen sensacional y todavía estás
joven, reduce la ingesta de los alimentos mencionados. De lo contrario no
esperes milagros conforme cumples años porque tratar de llegar a esa meta en
tus cuarenta y con un improvisto régimen alimenticio, nomás no se podrá, al
menos en la dirección natural.
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