En ocasiones solemos
escogerlo ante la necesidad y en otras, nos escogen ante nuestro intento
fallido de aparentar. Lo más importante al comenzar una rutina, es estar y
sentirnos seguros con nuestro entrenador.
Al igual que nuestros
amigos, nosotros elegimos con quien queremos pasar nuestro tiempo. Un
entrenador no es tu mejor amigo porque si se da el caso, pasarías horas y horas
platicando en lugar de ejercitarte.
Un entrenador es un agente
disciplinario y a su vez motivador; representa el perfecto balance entre la
fuerza o resistencia, velocidad o exactitud. Para saber si nos encontramos con el
entrenador perfecto, éste se caracteriza por tener cada una de las siguientes
cualidades:
- Brinda una orientación inicial.
- Se distingue por su Iniciativa, paciencia y profesionalismo.
- Conoce las instalaciones del gimnasio.
- Te escucha aunque no estés de acuerdo.
- Proporciona un entrenamiento específico a tus objetivos.
- Revisa tu edad, complejo corporal y estado físico en que te encuentras.
- Corrige tu postura al emplear las máquinas o pesas.
- Supervisa tu ejecución para prevenir lesiones.
- Te asesora en la alimentación y cuidado físico.
- Pese a su simpatía, sólo se limita a hablar sobre el entrenamiento.
- No se estanca en la misma rutina.
- Desenvuelve cada músculo de tu cuerpo en diferentes ejercicios y en diferentes días.
- Al principio no se excede con la intensidad sino poco a poco la incrementa.
- Utiliza las máquinas pero también las pesas y el cardio.
- Si cambia repentinamente una rutina, te informa.
- Suele presionar pero nunca regañar.
- Está al pendiente de ti durante la sesión, muy rara vez te descuida.
- Debe pensar en tu salud física y mental.
- Garantiza tu progreso de forma atenta y correcta.
Un instructor de Fitness se define por su evaluación física, metodología y comunicación hacía ti, su cliente. Está consciente de cómo funciona nuestro cuerpo y a su vez sabe que no todos funcionamos de la misma forma por lo que nunca improvisa sino a través de su especialización diseña una rutina afín a nuestras necesidades supervisando la ejecución y progreso tanto física como estética.
En resumen: el
entrenador perfecto es aquél que te hace vivir la mejor experiencia física, psicológica
y deportiva dentro del gimnasio.
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