En la actualidad hemos escuchado a personas hablar sobre las dietas
libres de Gluten o lo hemos visto escrito en las etiquetas de varios productos.
Existe una diversidad de teorías al respecto sobre su consumo o rechazo, la
evidencia dicta a que ambos casos son beneficiosos de acorde a nuestro organismo.
Probablemente te encuentres confundido, hasta el nivel
de no tener la mínima idea de qué es el gluten. Descuida, como tú hay miles y
quizás millones de personas que lo desconocen y se van con la tendencia sin
comprender y mucho menos saber si deberías realmente removerlo de tu
alimentación.
Para quienes lo desconocen, el gluten es una proteína que está presente
en los granos de trigo y en la cebada. También está presente en los chocolates,
el sushi, los pastelitos, la salsa de soya, pasta de dientes y en los frascos
de vitaminas.
Los problemas en sí sobresalen en algunas personas porque su organismo
no logra digerirlos, debido a una condición referida como celíaca. Esto se resume
como una sensibilidad al gluten, por más pequeño que sea el bocado, el gluten
daña el intestino delgado produciéndose diarrea,
dolor abdominal y hasta cáncer.
Se dice que el 1% de la población sufre esta condición, por
tanto las probabilidades de que seas son escasas y por consiguiente no debes preocuparte si compras productos con
o sin gluten, siempre y cuando tu digestión fluya con naturalidad y te sientas
sano. De lo contrario, necesitarás cambiar drásticamente tu estilo de vida.
Por otro lado, uno debe tener cuidado de no excederse de gluten porque
la cruda realidad es que en los últimos cincuenta años nos hemos vuelto inconscientemente
adictos mediante las harinas refinadas. Esta proteína en exceso es la
responsable de los malestares físicos, la acidez estomacal, jaquecas, acné, insomnio, cansancio y pérdida de memoria.
No necesariamente eres celíaco si presentas algunas de estas
reacciones, es como lo comenté en la entrada pasada de “Vivir Sin Harinas”, llega
un momento en que nuestro organismo necesita quitarse esa sobrecarga en orden
de poder respirar. Como cada uno de nosotros, necesitamos tomarnos un buen
descanso y remover el gluten por lo menos un par de semanas.
Se ha comprobado que uno comienza a sentirse bien incluso después de
volverlo a re-introducir, siempre y cuando sea en reducidas y controladas proporciones.
De igual forma uno se dará cuenta que alimentos le resultan tolerantes y cuales
intolerantes.
Es un mito si decides abandonarlo sólo para adelgazar ya que uno
termina subiendo de peso porque sus reemplazos tienden a estar saturados de
grasas y azucares. Esto contesta a nuestra pregunta de ¿por qué no puedo dejar
de comer sólo una? Aplicado a las supuestas galletas integrales o papitas de vegetales.
El único modo de adelgazar dentro de una dieta libre de gluten es a través
de vegetales, frutas, carnes magras, pescado, pollo, quínoa, lácteos, nueces,
semillas, frijoles, leguminosas, aceite de oliva y aceite de canola. Obviamente
100% naturales, no enlatados ni tampoco refinados.
Esto es un resumen extraído de
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