Nunca suele faltar en cada
comida un par de tortillas calientitas. Es casi de costumbre tenerlas en los
platillos mexicanos. En cierta manera es un buen sustituto al pan debido a que
sus calorías, fibras y grasas son inferiores en su valor nutricional.
Asimismo la Tortilla de Maíz
también ha ido adaptándose hasta el punto de originarse la Tortilla de Nopal,
la cual equivale cerca de la mitad de una tortilla tradicional. Nada mal para
quien le guste comerlas de más.
Usualmente las tortillas tienden
a reemplazarse o eliminarse por el riesgo de acumular grasas. Sin embargo, esto
se debe principalmente a consumirlas fritas por consecuencia de los antojitos
mexicanos. Esto a su vez nos hace propensos a las enfermedades cardiovasculares.
Sólo es cuestión de limitar el
aceite porque remover la tortilla podría
también ser contraproducente. El maíz por sí es un cereal natural rico en fibra
que ayuda a la digestión, reduce el colesterol y promueve la circulación sanguínea.
Las propiedades van más allá de
los carbohidratos, contiene vitaminas A, B y C, potasio, calcio, fósforo y
proteínas. Por tanto es altamente recomendable para los deportistas por el
aporte de energía.
Su fuente de Niacina mejora el
estado de la piel, tranquiliza el sistema nervioso, mantiene las encías sanas, le da buen
funcionamiento a los riñones, refuerza los huesos, oxigena las células y
previene el cáncer.
Una Tortilla de Maíz nos aporta
38% de proteínas, 45% de calorías y 50% de calcio. La dosis recomendada para un
adulto es de dos a tres tortillas diarias. Ya si se es deportista, puede
hacerse una excepción. Cabe señalar que dos tortillas equivalen a una taza de
leche o queso (por el calcio).
Para quienes la desconocen y
buscan otra alternativa, la Tortilla de Nopal viene de la conversión del nopal
orgánico en harina en conjunto con linaza y quizás un poco de maíz. Mientras que una tortilla tradicional
contiene 74 kcal por cada pieza, la Tortilla de Nopal sólo contiene 20 kcal.
Por esa razón los nutriólogos tienden a recomendarla a sus pacientes.
Además de la buena cantidad de
fibra, contiene vitaminas y minerales como el calcio, hierro, riboflamina y
niaciona. Previene los calambres y las migrañas, controla la glucosa en los
diabéticos y auxilia en la pérdida del peso por la oportunidad de comer más por
menos calorías.
Entre sus desventajas radica la
poca fuente de calcio y la débil consistencia al calentarse ya que se rompe con
facilidad, en ese caso se recomienda tostarse. Aunque uno debe fijarse al
momento de comprarlas que entre los ingredientes no vengan aceite o harina de
trigo, ya que de por sí son un poco costosas.
Independientemente de cuál
elijas, se recomienda comerse crudas o la plancha, nunca cocinadas con aceite
ni mucho menos manteca. Tampoco se aconseja acompañarse con arroz, cereales,
panes o galletas porque sólo aumentarían las grasas saturadas.
Ya sea en las mañanas o en las
tardes con queso panela, vegetales y un buen trozo de carne, pollo o pescado;
tanto las tortillas de maíz como las de nopal son esenciales para nuestro
funcionamiento físico y mental.
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