Lo primero que pensamos cuando decidimos inscribirnos en el gimnasio es ¿Qué tanto puedo ejercitarme?
Para lograr un crecimiento muscular se requiere de la cantidad de
entrenamientos de fuerza en complemento con la cantidad de tiempo en que dejas
a estos músculos descansar para su posterior tonificación.
Se debe tomar con seriedad el sobre-entrenamiento ya que nos perjudica
no sólo en la construcción del músculo sino origina una oleada de cansancio y
mal humor por afectarse la hormona del estrés cortisol.
El dolor muscular tiende a sentirse de 12 a 24 horas y desaparece de
24 a 72 horas después. En este rango se recomienda no trabajarse dichos
músculos. En músculos grandes (espalda, pecho y pierna) el tiempo máximo de
descanso es de 72 horas mientras en los pequeños (brazos, hombros, tríceps,
bíceps y abdomen) es de 60 horas.
Levantar cerca del 90% de peso máximo es la causante de este dolor en
los músculos del cual puede aligerarse con un previo estiramiento-calentamiento
y un posterior masaje deportivo. En los días libres “por así decirse” se
recomienda hacer ejercicios cardiovasculares ya sea como correr o trotar para
maximizar nuestro cuerpo.
Quienes tienen ya tiempo entrenando, es recomendable acudir al
gimnasio de tres a cinco días por semana siempre y cuando roten los músculos
de los cuales se aconseja se trabaje un músculo fuerte, uno pequeño y un poco
de cardio o abdomen por día. De igual forma se puede combinar días con peso
pesado o días con peso ligero.
Si no se opta por esa dinámica y se limita nuestro tiempo de
recuperación por la simple razón de obtener resultados instantáneos, podrías contraer
insomnio, taquicardias, enfermedades, deshidratación, inestabilidad emocional,
estrés, falta de concentración, indigestión y falta de apetito.
Sobre-entrenar también tiene sus consecuencias y no sólo físicas sino
psicológicas, ya a través de uno irá descubriendo si sus tiempos son los
adecuados o deberán modificarse para proteger nuestra salud, lo cual es lo
esencial en orden de poder marcarnos. De lo contrario estarías atrapado en una
mentira y emocionalmente estarías bloqueado para admitirlo.
Entonces lo recomendable sería dándole ese tan merecido respiro a
nuestro cuerpo dejándolo recuperarse ante una actividad intensa. No debe
entrenarse el mismo grupo muscular diario sino alternarse. Por lo menos se
aconsejan dormir siete horas, en deportivas se asegura que más de ocho son aún
mejores.
No excesos pero tampoco no carencias en la alimentación. Siempre
hay que consumir las suficientes calorías y líquidos. En cuanto sientas que
algo no está bien, detén el entrenamiento. El cuerpo es sabio, escucha y
hazle caso. Recuerda que ante la fatiga extrema, es mil veces mejor descansar
que seguir entrenando.
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