Casi siempre que ingresamos a un gimnasio, nunca falta que alguien o
un instructor nos recomiende de inmediato el consumo de una Proteína de Suero
(Whey Protein). Hay decenas de productos en múltiples tamaños y costos en base
a sus nutrientes.
Una marca recomendada en sí no puede señalarse más se aconseja no
estancarse con una misma marca durante meses. Siempre se debe estar alternando con
la finalidad de que el organismo no se acostumbre. Esto a la par con tu rutina
física.
Referida también como Proteína de Veloz Absorción o Aislada nos ofrece
cerca del 80% de la dosis proteínica necesaria para que nuestros músculos
crezcan o se recuperen tras un intenso entrenamiento. Es necesario emplearse como un complemento y
no para omitir comidas.
Despreocúpate si eres intolerante a la lactosa, porque el proceso de
purificación consiste en deshidratar la leche para eliminarse la lactosa, la
grasa y otras sustancias. En sí se trata del 2% de contenido de leche total.
La clave está en leer las etiquetas buscando que el porcentaje de
proteína sea igual de mayor que los aminoácidos. Cuidado con el precio, entre
más barato, menos proteína. Otra manera de medirlo es a través de la digestión;
si nos hace daño, entonces se debe cambiar.
Otra forma de distinguirla es leyendo en su contenido: velocidad y asimilación altos, entre 20 a 25 gramos de proteína por porción
(lo cual equivalente a 100 gramos de carne) y sea libre de lactosa y colesterol.
Se recomienda consumirse media hora antes del ejercicio e inmediatamente
después de concluirlo. Incluso puede tomarse antes de dormir o entre comidas
dependiendo del objetivo. Esto para conservar en buen estado los tejidos de los
músculos.
El supuesto daño al hígado no ha sido comprobado, pero como todo,
nunca se debe abusar. Claro está que si eres alérgico a uno de sus
ingredientes, siempre se puede optar por compensar la ausencia con comidas
abundantes en carnes blancas y una que otra roja.
El crecimiento en los músculos no se da con panes o pastas, tampoco
con verduras o frutas. Contribuyen en una parte, más la fuente radica en el
consumo de pollo, pescado, atún, salmón y carne. Si eres un atleta recurrente,
entonces puedes hasta triplicar tu porción en carne.
Quienes optan por consumirla en sus dosis establecidas, se encontrarán
con los siguientes beneficios:
- Aumenta los niveles de glutatión, un antioxidante natural que nos protege de las enfermedades.
- Previene la osteoporosis por ser alto en calcio y bajo en sodio.
- Las heridas o cortaduras sanan con rapidez.
- Mantiene saludable tu sistema cardiovascular.
- Te vuelves menos propenso a los tumores.
Tampoco creas que son milagrosas, debes poseer un conocimiento básico
de nutrición o asesorarte con un profesional para que su uso diario no exceda
de las limitaciones correctas. Recuerda que es un complemento más no un
sustituto, y depende del que seas una persona activa porque de lo contrario
terminarás subiendo de peso por no estar quemando la grasa.