A veces suele pasar
que uno se ejercita mucho sin obtener los resultados buscados. Rutina tras
rutina y nada. Por lo menos estaremos bien de salud aunque estéticamente parecemos
estar perdidos. La respuesta a esto yace en la falta de una rutina acorde a
nuestro cuerpo y objetivo.
Usualmente esta
confusión sucede cuando carecemos de la ayuda de un instructor ya que éste no
sólo estudia tu estado corporal sino se encarga de enseñarte las posturas
adecuadas de los ejercicios ideales en compañía de algunos consejos de nutrición.
Sin la guía de un
profesional, tendemos a deambular entre las pesas y el cardio. No todos los
ejercicios o máquinas coinciden en el mismo propósito, algunos sólo queman grasa mientras otros
tonifican.
Depende de cada uno de nosotros tener
una noción para lograr el alcance de cualquiera de estos dos objetivos. Quemar se refiere a agotar nuestras reservas de grasas o glucosa en orden de
reducir la panza. Esto se consigue al acelerar el corazón a través de la energía
gastado en los aparatos o clases cardiovasculares.
Se sugiere emplear un
menor grado de resistencia en la caminadora, bicicleta o escaladora oy preferiblemente optar por breves intervalos de intensidad. De lo contrario, si la resistencia se alza o nos quedamos bajo una misma velocidad, se corre el riesgo de sólo engrandecer algunos músculos.
Si te falta tiempo, siempre puedes optar por caminar media hora o si deseas
desafiarte, tanto trotar como correr son eficaces. Entre las clases recomendadas
están las de Aerobics, Kick Boxing, baile y natación.
En referencia a tonificar,
podría tornarse un poco tedioso por consistir en altas repeticiones de las
cuales tensen los músculos. Se puede experimentar dolor y a su vez la atrofia
podría amenazarte con mantenerte en el mismo nivel físico.
El incremento de
volumen viene ligado al incremento de peso durante las sesiones mientras que la
definición muscular se caracteriza por manejar un peso inferior que nos permita
hacer sin fin de repeticiones.
Aunque cabe señalar
que tratándose del metabolismo, no sólo el cardio es sinónimo de pérdida de
peso. Nuestro metabolismo también se ve afectado por la cantidad de músculo que
tengamos. Entre más músculo formemos, más rápido consumirá nuestro metabolismo.
Dos individuos pesan 85
kilogramos pero sus porcentajes de grasas son distintos. Uno radica cerca del
10% mientras el otro excede de los 20%. Esto significa que el individuo con el
10% quemará más rápidamente la grasa que el otro de 20%.
Por tanto no
necesariamente las pesas son exclusivas de la musculatura, un buen régimen y
podrías no requerir del cardio del cual en su exceso tiende a catabolizar el
músculo. Es aquí donde entra la atrofia, no quemas o no tonificas, sólo te
mantienes en la misma.
Por eso es importante buscar la asesoría profesional para que te diseñe una rutina dirigida a los grupos musculares que se buscan definir. En peor de los casos, podría estar ejecutándose los movimientos con error trayendo como consecuencia una innecesaria fractura.