La Creatina

Es una sustancia química natural que se encuentra en los músculos de nuestro cuerpo. Además de producirla, se puede obtener de los pescados, las carnes y algunos suplementos deportivos.

Para quienes la desconocen, los atletas suelen recurrir a su consumo para aumentar su masa muscular. Algunas pruebas científicas respaldan el incremento del rendimiento de la fuerza, aunque en los ejercicios aeróbicos suele ausentarse. También parece no causar algún efecto en las personas mayores de 60 años.

Se recomienda emplear 20 gramos diarios por 5 días seguido de un descanso. Las personas que tienen bajos niveles de creatina tiende a beneficiarse más cuando comienzan a tomarla que los que ya tienen mucho tiempo.

Quienes la consumen con dosis seguras aún así pueden experimentar dolor de estómago, nauseas o calambres. No se recomienda tomarse por vía oral y en grandes dosis ya que se rumora que podría afectar los riñones, el hígado o el corazón. 

Dado que extrae demasiada agua, uno debe asegurarse de beber más de lo normal para compensarlo. Especialmente en verano para evitar la deshidratación.  Otro riesgo de esto, es la subida de peso en lugar de la masa.

Si se está consumiendo con regularidad, se sugiere abandonar la cafeína y la hierba efedra. No está del todo claro este asunto ya que hace falta más investigación.  

Independientemente de las advertencias, su consumo ha sido aprobado por el Comité Olímpico Internacional, la Asociación Nacional de Atletismo Colegial (NCAA) y por los deportes profesionales ya que además de mejorar el rendimiento físico, apoya en la insuficiencia cardiaca congestiva, la bipolaridad, la enfermedad de Parkinson y para retardar el empeoramiento de la esclerosis amiotrófica lateral.

Fuente:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/druginfo/natural/873.html